Entre Heroes y Hadas

Parte 60

-Mís amigas...¿La pasarían bien éstos días?

-¡Seguro que sí!...¡No tanto como nosotros, pero seguro que la pasaron chído!

-Diego, te quería preguntar algo...¿De quien es esta casa?...¿De tú familia?

-No, es de un señor muy rico pero que tiene poco tiempo para visitarla al año...Por eso con frecuencia la alquila para que filmen películas, videoclips y series de televisión...Yo hablé con nuestros amigos de la disquera, y ellos me dieron el teléfono de una empresa intermediaria que se encarga de negociar lo del alquiler para las empreasa productoras o las disqueras...Así fue como logré que me la alquilaran unos días...

-Pero Diego, nada más ese alquiler debió ser una fortuna...más los otros gastos...¿Donde conseguiste tanto dinero tan rápido?

-Bueno, yo... tuve que sacar mucho de mís ahorros, pedir parte de mís ganancias de la banda y...vender algunas cosas...

-¿Qué cosas?

-¡No tiene importancia!

-Diego, dimelo...

-Dos de mís guitarras...y mí coche...

-¡DIEGO! ¿¡Por qué hiciste eso!?

-¡No importa!

-¡Sí importa, no debiste hacer ese sacrificio por mí!

-¡Cualquier sacrificio por tí lo hago con gusto!

-¡Pero no es justo mí amor!...¡Tú querías mucho ese coche, y amas tús guitarras!

-¡Laneta Roberta, por vivir lo que he vivido aquí contigo; no me importaría haberme quedado en la calle!

-¡Que lindo eres! ¡Te Amo! (dijo ella besandolo en la boca) ¡Que lástima que tengamos que volver mañana!

-¡Sí, que lástima! Mañana se nos acaba la "luna de miel"...

-¡Maldito colegio, no quiero volver! (dijo Roberta abrazandolo con ternura)

Las últimas horas en su nido de amor se acababan...

-¡USTEDES ESTÁN LOCAS CHAVAS! (decía Roberta por el teléfono a sus amigas)

Las chicas reunidas en la sala de la mansión Colucci en torno al teléfono que funcionaba en la modalidad de altavoz, escuchaban en conferencia lo que Roberta les decía...

-¡Pues sí Roberta, nos volvimos locas, neta!...¡Eso fue la locura más grande de nuestras vidas! (dijo Luján)

-¡Sí nos hubieras visto Roberta, Ay No que horror! (dijo Lupita)

-¡A mí me hubiera encantado estar allí con ustedes y bailar desnuda bajo el agua! (replicó Roberta)

-¡Ay No Roberta, pero lo que hicimos fue demasiado...luego tuvimos que recoger el desastre! (exclamó Mía)

-¡Eso sí es verdad Roberta, luego tuvimos que limpiar muy bien toda la casa y arreglar todo lo que dañamos! ¡Trabajamos como perras! (le dijo Luján)

-¡Y tuvimos que comprar todas las almohadas que destrozamos en nuestra guerra! (dijo Lupita)

-¡Y sobre todo trabajar Roberta...trabajé como nunca en mí vida! ¡Mís pobres uñas están destrozadas y horribles, tendré que visitar urgente a Henry! (dijo Mía)

-¡Ay Mía, las que trabajamos más limpiando fuímos Lupita, Luján y yo; tú a veces lo que hacías era provocar más desastres de los que arreglabas! ¡Menos mal que en mí casa me obligaban a limpiar y aprendí a hacerlo; es lo único bueno de tener una madre "bruja"!... (dijo Vico)