Entre Heroes y Hadas

Part 154

¡Tengo un antojo!

-¿¡QUÉ!? ¡Ay no...otra vez no!... (exclamó Roberta haciendo escandalo en tono de queja o "lloriqueo")... ¿¡Otro antojo en la madrugada!? ¡Estás abusando con éste asunto del embarazo Alma!

-¡No te quejes tanto! ¡La última vez le tocó a tú hermana Luján y al pobre Peter! ¡Y antes de eso le tocó a Mía y a Franco! Pero ésta vez Franco está de viaje y el pobre Peter está enfermo, así que...

-¿¡Y como se supone que voy a hacerte el mandadito!? ¡Todavía no tengo licencia de conducir!

-¡Llama a Diego y que te venga a buscar!

-¿¡Qué!? ¿¡No quieres que pase la noche fuera de casa con él y sí quieres que lo levante de su cama a ésta hora para que me lleve a comprarte un antojo!? ¡Neta te pasas mamíta!

-¡ÉL ME DIJO QUE LO LLAMARA CON CONFIANZA CADA VEZ QUE LO NECESITARA POR EL EMBARAZO!...¡Ahora apurate que tú hermano o hermana quiere comer!

-¡Querras decir tú aprovechada!...¿¡Y que será ahora!? ¿¡Caviar!? ¿¡Lasaña!? ¿¡Jamón serrano!?

-¡Helado!

-¡Pero sí hay helado en la nevera!

-¡Había!...Me lo comí todo entre el almuerzo y la merienda de la tarde...

-¿¡Te comíste dos kilos de helado tú sola!? ¿¡Y quieres más!? (exclamó Roberta asombrada)

-¡Deja de protestar! Además no quiero de cualquiera...quiero éste nuevo que acabo de ver en un comercial de televisión... (dijo Alma extendiendo un papel donde había anotado el nombre de la marca y modelo de helado que deseaba)

-¿¡Estabas viendo televisión a ésta hora!?

-¡Sí, no podía dormir!

-Será por lo llena que tenías la panza...¡Qué bárbaro te vas a poner como una ballena! (exclamó Roberta parandose de mala gana)

-¡No digas babosadas y mueve ese cu+lo! (dijo Alma dandole una nalgada a su hija)

-¿¡Por qué tengo que ser yo la que se estranoche!? ¡Sí yo no estoy embarazada! (se quejaba Roberta mientras iba al baño)

-¡Ya te tocara! ¡Apurate que quiero mí helado!

-¡Ya voy "versión preñada" de "Alien"!

Un rato después Alma y Roberta se dirigían a la puerta de la mansión Colucci para esperar a Diego, cuando Roberta vio que Mía entraba con Miguel con las sandalias en la mano para no hacer ruido...y en un intento para que Alma no se diera cuenta se devolvió y le dio un abrazo a su madre...

-¡MAMÍTA...MÍ MAMÍTA PREÑADA, COMO TE QUIERO! (exclamó Roberta en voz alta para que Miguel y Mía la oyeran)

-¡No pierdas tú tiempo Roberta, que ya vi a esos descarados...Sueltame! ¡Y USTEDES PARENSE ALLÍ!

Miguel y Mía se paralizaron cuando ya emprendían la huída...

-¿¡Qué hora de llegar es ésta Mía!? ¿¡Y que hacías tú con mí niña hasta ésta hora!? ¿¡Así es como me respetas Miguel!?

-¡No, no Alma...es que se nos hizo tarde sin darnos cuenta! (exclamó Miguel nervioso)

-¡Sí Alma, no estabamos haciendo nada malo, te lo juro! (exclamó Mía nerviosa)

-¡Ja! ¡No me chupo el dedo! ¡Menos mal que Franco no está y no fue él el que los sorprendio!

-¿¡Y ustedes que hacen aquí a ésta hora!? (preguntó Mía)