Parte 66

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-Primero lo primero, vamos a la clínica.

Mientras tanto en la clínica, el Director de la clínica se acerco a Luján y Lupita.

-¡Señoritas!

-¿¡Hay noticias de Roberta y de Diego!? (preguntó ansiosa Luján, mientras apretaba la mano de Lupita)

-La señorita Roberta está tranquila horita, porque la tenemos fuertemente sedada; es mejor que duerma un buen rato para que sus nervios no sufran más y pueda estabilizarse emocionalmente...

-¿Podemos verla? (preguntó Lupita)

-En un rato, pero les garantizo que cuando despierte estará mejor; lo que pasa es que su colapso nervioso fue muy fuerte y tuvimos que tomar medidas radicales...

-¿¡Y Diego!? (preguntó Luján)

-Ya salió del quirofano y afortunadamente la operación fue positiva en principio; el sólo hecho de que no haya muerto en la operación es algo que invita a tener un moderado optimismo...Claro que su vida aún corre peligro, y las próximas 24 horas serán decisivas...Sí no se presenta ninguna complicación y sí sobrevive a éstas primeras 24 horas podemos dar por salvada su vida...En éstos momentos sus posibilidades de salvarse son del 50% contra un 50% de que no logre sobrevivir...Pero con cada hora que pasé el porcentaje de posibilidades a su favor va a crecer...Es un muchacho muy fuerte, jóven y saludable; quiero ser optimista...

-¿Y la señora Mabel? (preguntó Lupita)

-Ella está mejor, pero prefiero tenerla sedada para evitar que vuelvan a alterarse sus signos...

-¿Y el Secretario? (preguntó Luján)

-Lo siento jovencitas, pero esa información sí no se las puedo dar; es secreto de Estado. Ahora les quiero decir que las voy a mandar a un salón especial VIP; es un salón muy cómodo donde la gente importante que visita ésta planta del edificio pueden descansar en espera de noticias de sus parientes. Allí estarán hasta que mande a buscarlas para que vean a su amiga Roberta; en unos minutos les mando a una asistente para que las lleve al salón...

En ese momento se acercaron unos policías federales preventivos, unos agentes de civil y una empleada de la clínica.

-Señor Director, tiene una llamada del Presidente en su despacho... (dijo la empleada)

-¿Del Presidente de la Junta Directiva del consorcio de la clínica?

-No señor...del Presidente de la República... (dijo la empleada nerviosa)

-¿¡De...!? ¡Ya voy para allá! ¡Encarguese de las niñas como le dije!

-¡Sí señor!

El hombre se fue rápido.

-¡Señoritas, por razones de seguridad deben entregarme sus celulares! (dijo un agente vestido de civil)

-¿¡Los celulares!? (preguntó Luján sorprendida)

-¡Sí, se les devolvera cuando se vayan de la clínica!

-OK... (dijo Luján)

Luego la empleada las llevó al salón; Roberta y Diego descansaban en habitaciones separadas por escasos pasos sin saberlo ninguno de los dos, perdidos en sus sueños...

Los chicos caminaban por el estacionamiento del colegio; se acercaban a la camioneta 4 por 4 de Tómas, cuando de pronto éste tomo a Miguel por el brazo...

-¿¡Qué pasa Tómas!? (preguntó Miguel extrañado y ansioso por marcharse)

-¡Es que...me tiemblan las manos...estoy muy nervioso! ¿¡Podrías conducir tú, por favor!? (preguntó Tómas visiblemente afectado, pálido y con todo el cuerpo temblandole)

Entre Heroes y HadasWhere stories live. Discover now