Entre Heroes y Hadas

Parte 203

Estos van para jennvondy que anda de mamona, enfadosa, golosa y demás en el grupo y no me deja ser feliz y con todo y eso una la quiere

Nota del Autor: fondo musical )

Diego: - Buenos días hermosa

Roberta: (abrazándolo) - Buen día bebé. Felices seis meses.

Diego: - Igualmente. (besando su nariz) - ¿Qué tal estos primeros seis meses?

Roberta: - Fueron los más felices de mi vida. ¿Y usted señor Bustamante?

Diego: (abrazándola) - No tienes idea de lo inmensamente feliz que me haces mi amor. Cada día cuando me despierto y te veo a mi lado siento algo tan grande que no sé cómo explicarlo. Tú eres lo más grande que me pasó en la vida, eres todo lo que necesito para vivir y para ser feliz. No sé cómo va a ser nuestra vida dentro de 10 o 15 años, pero tampoco me importa mientras te tenga a ti conmigo. Mientras pueda besarte, abrazarte y amarte siempre. Eres lo más preciado que tengo en la vida, y si pudiera volver el tiempo atrás, volvería a hacer todo lo que hice: lo bueno, lo malo y lo peligroso. Volvería a sufrir todo eso y mucho más si tú amor es mi recompensa.

Roberta no pudo evitar las lágrimas ante aquellas palabras, y se aferró a él en un tierno abrazo.

El silencio invadió la habitación. No hacían falta las palabras, sus cuerpos y sus corazones hablaban por ellos, haciéndolos estremecer de amor y acelerando abruptamente sus latidos.

Roberta se alejó inesperadamente.

Diego: - ¿Qué haces amor?

Roberta: - Tengo un regalo para ti (buscando en su cajón)

Diego: - Yo también tengo algo muy especial para ti, estoy seguro de que te va a encantar.

Roberta: - Pero el mío va a ser mejor

Diego: - ¿A sí? ¿Y cómo estás tan segura?

Roberta: (entregándole un sobre, sonriéndole ampliamente) - Ya lo verás

Diego la observó, divertido, y luego desvió su mirada hacia aquel sobre que su esposa acababa de entregarle.

Al descubrir su contenido, sus ojos se llenaron de lágrimas.

Diego: - (intentando emitir sonido) - Roberta, ¿qué...qué esto?

Roberta: (sonriéndole, emocionada) - Es la primera ecografía de nuestro hijo. Vamos a ser papás.

Diego volvió a posar sus ojos sobre aquella imagen borrosa que reflejaba la figura de su primer hijo.

Al cruzar sus ojos nuevamente con los de su esposa, notó las lágrimas invadiendo su rostro, y la aferró fuertemente a su pecho.

Diego: - Gracias mi amor. Gracias por hacerme papá

Roberta: (acariciándolo dulcemente) - Gracias por hacerme mamá

Un beso tierno, dulce y apasionado, selló aquel momento que marcaba una nueva etapa en sus vidas: la paternidad.