Parte 7 Maratón (3/5)

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El BMW aparco en frente del café cercano al Elite Way School y Roberta y Diego descendieron de su interior; los dos chicos tenían una expresión triste en el rostro, como la de alguien que ha sido expulsado del paraíso.

-Bueno, llegamos rápido; no había mucho tráfico (dijo Diego).

-Sí, allá estan Lupe y Luján (contestó Roberta).

-Roberta, ¿estás segura de que no quieres que hable con tú mamá? Yo no tengo ningún problema en decirle la verdad, neta. Es más, yo quisiera decirselo...

-No Diego; mí amor, ya tengo muchos problemas con Alma, para agregarle uno más. Tú sabes que verla hoy no será fácil para mí; de hecho no quisiera enfrentar ese momento, va a ser muy grueso...(dijo Roberta con el rostro ensombrecido al imaginar el mal rato que le aguardaba).

-Roberta, quisiera tener el poder para arreglar tús problemas; sí pudiera ayudarte...

-Ya lo hiciste Diego; mí vida, ya me salvaste anoche (dijo Roberta dandole un suave beso en los labios y después abrazandose a él) Como quisiera que la noche no hubiera terminado nunca; te juro que no me quiero ir. Sí pudiera quedarme contigo todo el día, sería el más féliz de mí vida.

-Yo también Roberta, no sabes como deseo estar contigo todos los minutos de todas las horas de todos los días de mí vida. Quisiera tenerte para mí y no compartirte con nadie, pero recuerda lo que hablamos mí amor; por favor, trata de escuchar a Alma y entenderla, tú sabes que ella te quiere.

-Lo sé Diego, y agradezco lo que me dijiste de camino aquí; yo sé que tienes razón en muchas cosas, pero para mí no es tan fácil arreglar las cosas con mí "jefa". De todas maneras no te preocupes, voy a escucharla y voy a intentar no encabronarme.

-¿Roberta Pardo no encabronarse? Acaso cambiaste de la noche a la mañana y te convertiste en otra chava (dijo Diego sonriendo).

-¡Sí, me cambiaste tú, mi muñequito! Tú me estas cambiando con tú amor, con tús besos y tús amapuches; me tienes loca (contestó Roberta besandolo varias veces en la boca).

-¡Tú eres la que me vuelve loco a mí! Lupita y Luján nos estan viendo y se estan ríendo, ¿vamos para allá?

-No papí, mejor me dejas que hable con ellas a solas; tengo mucho que explicarles. Es mejor que me dejes aquí, yo las saludo de tú parte.

-Muy bien. Cuidate mí chiquita, y toma las cosas con calma (decía Diego besandola con pasión) Adios preciosa.

-Adios Diego, conduce con cuidado (se despidio Roberta con ojos húmedos, y se quedo parada viendo hasta que Diego se alejaba en su coche. Luego se dio la vuelta para entrar al café donde la esperaban sus dos inseparables amigas y casi hermanas).

-¡Qué bárbaro! ¡Sí yo creía que ibamos a tener que despegarlos con una sierra eléctrica! ¡No manches guey, para esas cosas estan los hoteles! (dijo Jose Luján muerta de risa, apenas Roberta llego a la mesa).

-¡Luján tiene razón! ¿¡Y que paso con la que nos criticaba a las demás por "melosas"!? (dijo Lupita en tono burlon) ¡Que asco, tantos besos y amapuches me dan ganas de vomitar, guacala! (agregó imitando la voz de Roberta cuando ésta se pone sarcastica).

-¡Que paso mensas, no se burlen de su maestra! (dijo Roberta ríendose a carcajadas) ¡Vengan aquí mí par de locas! (agregó mientras extendía los brazos para abrazarlas a las dos que se habían puesto de pie, y las tres lloraron un poco al mismo tiempo que reían).

Entre Heroes y HadasOù les histoires vivent. Découvrez maintenant