Parte 61

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Diego y Roberta regresaron a Ciudad de México el domingo por la tarde, luego de los días más felices de su corta vida; el viaje de regreso fue algo triste, por todo lo que dejaban atrás y por tener que volver a la rutina de siempre...Era como despertar de un hermoso sueño para volver a una realidad algo más aburrida...

En el camino de regreso, ante una pregunta de Roberta, Diego tuvo que explicarle que había engañado a su padre para que le prestará la avioneta privada de la familia para el viaje; su dicha había tenido que construirse sobre un castillo de engaños, pero bien valía la pena por las horas de amor y pasión que gozaron juntos...

Cuando Diego dejó a Roberta en la puerta de la mansión Colucci, como habían acordado para mantener el engaño; la despedida fue muy emotiva y algo dolorosa...Aunque se iban a ver al día siguiente en el colegio, para Roberta fue muy triste tener que desprenderse de él y no poder dormir a su lado; sobre todo porque su primera experiencia como pareja viviendo solos había llegado a su fin...Y para Diego tampoco era nada fácil, especialmente al tener que dejarla llorando en la puerta de la casa de Mía...

-Ya verás como la semana se pasa volando y llegá el fin de semana, para que estemos solos en el depa...Y aunque no podamos estar solos en la semana, al menos estaremos juntos y nos besaremos y abrazaremos soñando con el momento en que lo haremos sin límites y sin guardar las apariencias... (dijo Diego)

-¡Lo sé...pero de todas maneras se siente gacho tener que separarme de tí!...Pero mañana te llenaré de besos... (dijo Roberta secandose las lágrimas y esbozando una sonrisa dulce)

-¡Y yo a tí! (replicó él besandola por décima vez, mientras sus ojos estaban húmedos también)

Al fin Roberta lo dejó ir; y después se animó más cuando se vio rodeada de sus amigas que la acosaban con preguntas y reían a carcajadas mientras le gastaban bromas...Pero también conversaron con seriedad y mucho sentimiento de la maravillosa experiencia...

-¿Entonces sí te dolió Roberta? (preguntaba Mía)

-Obviamente sí, sobre todo la primera vez...aunque como no me daba tiempo de recuperarme también me dolía después... (las otras se reían)... Pero tampoco es como sí te estuvieran torturando...es un dolor fuerte pero no tan exagerado como en las leyendas urbanas que corren entre las virgenes...Y luego, resulta que es el placer más grande del mundo...

Todas se reían haciendo un gran escandalo.

-¿Pero fue muy lindo y romántico como en las novelas? (preguntó Lupita)

-¡Mucho más Lupe!...Diego fue tan delicado y dulce conmigo, se portó como un caballero...se preocupaba de lo que yo sentía y quería en todo momento...Me enseño que el sexo sí puede ser bellísimo como en una novela rosa de esas que a tí tanto te gustán; me trató como a una cosita frágil que se puede romper y me quitó mís miedos...Y después hizo que yo lo disfrutará tanto o más que él...

-¿¡Pero sí fue "caliente" entonces!? (dijo Vico)

-¡Fue Super-Caliente Vico!...¡Después quemamos todo y nos la pasabamos como conejitos fuera de control...!

Más risas.

-¡Ahora sí nada te separá de Diego! (dijo Luján como una afirmación, alegre por su amiga del alma)

-¡Nada Luján...ahora que ya sé como es el verdadero amor a su lado, no lo dejaré por nada ni por nadie!...Además...¿¡Donde hallaría "una culebra" igual!?

Todas se partían de la risa y saltaban sobre ella haciendole cosquillas y dandole "golpes" juguetones. Después Roberta vivió su única verdadera noche de pijamada en casa de Mía...que se prolongó hasta bien entrada la madrugada cuando fueron a acostarse...Al día siguiente estaban estranochadas en el colegio.

-¿¡Vieron a Giovanni y a Tómas!?...¡Andan todo vendados...Tómas tiene un brazo fracturado y Giovanni carga collarín y un tobillo fracturado, usando muletas!...¡Cuando les preguntan sólo dicen que fue un accidente pero no dan detalles!...¿¡Que pasaría!? (dijo Vico a las demás chicas)

-¡No sé...le pregunté a Miguel y dice que a ellos tampoco les dijeron nada! ¡Está muy raro! (dijo Mía)

-¡Esto me huele mal! (dijo Luján con cara de desconfianza)

-¡Tú siempre pensando mal Jose! (replicó Lupita)

-¡Y tú siempre pensando bien...! (dijo Roberta)

-¡Y yo siempre pensando en tí! (le dijo Diego al oído, detrás de ella; él había llegado sin que ella lo oyera o viera llegar, y cuando ella se dio la vuelta, el chico le paso suavemente una rosa por la cara)

-¡Ya llegaste! (exclamó ella feíz y sonriente)

-¡Siempre estoy contigo! (dijo él y la besó apasionadamente)

Las chicas contemplaban la escena radiantes de felicidad, y algunas con lágrimas en los ojos. Un capítulo se había cerrado y otro estaba por abrirse...

Habían pasado algunos meses desde el viaje de Roberta y Diego a la playa; unos meses llenos de felicidad y de infinito placer...

Diego y Roberta seguían haciendo el amor todos los fines de semana; los otros días tenían que aguantarse y fingir en el colegio...Pero su relación cada día era más sólida y madura.

Roberta usaba los privilegios que Diego le había dado en su departamento, y como comentaban sus amigos, cada vez se parecían a una pareja de recien casados; de vez en cuando Roberta fingía pasar la noche en casa de una amiga para quedarse a dormir en el departamento...El mismo día, pero más temprano, o al día siguiente; recibían a su pandilla de amigos en el departamento (incluyendo a los varones que ya sabían el secreto pero eran de confianza)...Roberta servía de anfitriona y se portaba como la perfecta ama de casa; como sí de verdad fuera la mujer de Diego y juntos los dos recibieran visitas...Sus amigas lo veían como algo ya natural y a menudo le preguntaban como se sentía "estar casada"...

Pero no se llamaban a engaño y sabían que aún les faltaba mucho por recorrer y madurar para ser una pareja adulta y autentica...

Por otra parte faltaba poco para la graduación y tenían muchos planes para el fúturo, así como muchos miedos y algo de tristeza por dejar atrás el colegio que era su hogar...Y muchas cosas habían cambiado: Franco y Alma casados, Gastón muerto y Luján adoptada por Alma y Colucci...

Un día de aquellos tan agitados, Diego salía apurado del colegio...Tenía un permiso y debía reunirse con Roberta, que lo esperaba con Luján y Lupita en un café de moda; iba de prisa porque se le había echo algo tarde...

Cuando salía fue interceptado por alguien que no esperaba ver al menos ese día...su padre, el poderoso León Bustamante...

-Diego, necesito hablar contigo... (dijo el Secretario Bustamante, parado al lado de su limusina oficial)

-¡Papá, estoy atrasado debo llegar a una cita con Roberta!

-¡Diego, es muy urgente! A Roberta la ves todos los días, y esto es grave.

-¡Papá, para tí siempre todo lo tuyo es urgente y grave!

-¡Diego, esto no se trata solamente de mí! Te prometo que no tomará mucho tiempo, hablaremos dentro del coche; después mí gente te llevará a tú cita...¿Está bien?

-OK, papá...Vamos.

Diego subió con su padre a la parte de atrás de la lujosa limusina; León le ordeno al chofer que se pusiera en marcha. Dos camionetas 4 por 4 último modelo, tripuladas por guardaespaldas también se pusieron en movimiento, una por delante y otra por detrás de la limusina...

-¿Has redoblado tú seguridad? (preguntó Diego)

-Sí, algo temporal, espero... (dijo León enigmático)

-¿Y que me querías decir? (preguntó Diego intrigado)

-Diego, yo sé que no he sido el padre que tú hubieras querido tener...y posiblemente no soy el padre que te merecías...

Diego se quedó asombrado al oír esto en boca de su padre.

-Ya sé que muchas veces te he lastimado y que constantemente te he decepcionado...Y que no me perdonas por todo el daño que te he causado; y aunque me cueste aceptarlo, tal vez ni siquiera me ves como padre...

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Entre Heroes y HadasWhere stories live. Discover now