Entre Heroes y Hadas

Parte 79

Usted tendrá que prestar declaraciones en la sede principal de la AFI...

-¿¡QUÉ!?...¿¡SOY SOSPECHOSA!?

-Nadie ha dicho eso...pero usted fue su esposa mucho tiempo, tuvieron intereses patrimoniales en común...habrá puntos que aclarar...

-¡Dios mío, no lo puedo creer!...¿¡Debo llevar un abogado!?

-Sí gusta está en su derecho...le garantizo que todo se hará con absoluto respeto y yo personalmente supervisaré que las cosas se hagan profesionalmente...Habrá fiscales y jueces federales presentes...

-¿¡Santo Dios, como decirle a Diego que su padre ha muerto, que era sospechoso de haber hecho negocios con traficantes de drogas, que sus hermanos están presos en el extranjero, que su madre prestará declaración como posible indiciada y que se puede quedar sin herencia!?...¡Pobre hijo mío! (dijo Mabel llorando de dolor y desesperación)

Ricardo le tendio un pañuelo caballeroso y le dio unas suaves palmadas en el hombro, pero a Mabel nada la podía consolar en aquel momento...

Diego veía el techo y su desesperación aumentaba; estaba recordando fragmentos de lo que había ocurrido...Cada nuevo recuerdo aumentaba su angustia, y lo hacía desear ponerse de pie y salir corriendo para averiguar la verdad...

Es verdad que sus recuerdos eran vagos, confusos y desconcertantes...pero crecientes sospechas se apoderaban de su mente y corazón...

Estaban detenidos, su padre bajaba y él quería decirle algo...Luego una serie de ruidos fuertes y terribles, estallido de cristales, sangre que lo salpicaba y en medio de la confusión algo como un bulto que caía al suelo...¿Su padre?...

Un dolor en su pecho, sombras que cubrían su visión, la perdida del conocimiento...Aquello no podía ser un accidente, esos ruidos y el coche que estaba detenido...sí hubiera estado en movimiento, pero no lo estaba...Los ruidos, los golpes secos, explosiones...¿Balas?...

La puerta se abrió y Roberta entró...Se acerco a él y lo abrazó como sí hubiera vuelto después de 20 años de ausencia y ella no hubiera podido olvidarlo nunca...Luego lo besó en la boca con pasión pero delicadeza, y las lágrimas de ella mojaron la cara de él...

-¡Diego, Te Amo! ¡Mí vida ha sido un infierno desde ayer! ¡Fueron las horas más largas de mí vida, porque creí que te iba a perder!...¡Me quería morir mí amor...sí hubiera pasado lo peor creo que me hubiera suicidado para estar contigo...!

-¡No digas eso! ¡Para mí tú vida es más importante que la mía!

-¡Sí Diego, es lo mismo que yo siento!...¡Por eso yo no puedo vivir en un mundo donde tú no estes!..¿¡No ves como me tienes, has hecho que yo sólo viva para tí!?...¡Tú eres mí dueño, mí Dios, mí vida, mí razón de ser! ¡No te mueras nunca, no me dejes sola jamás! (decía ella llorando y besandolo de nuevo)

-¡Roberta mí amor, yo no puedo decidir sobre mí muerte! ¡Pero te juro que mí vida es tuya, y que mientras yo pueda respirar voy a entregarte todo lo que tengo y hasta lo que no tengo!...¡Yo soy tuyo, te pertenezco más de lo que tú me perteneces a mí! Por eso mí dueña, no te preocupes, porque sí de mí depende hasta en el cielo voy a estar contigo... (dijo él acercandola y besandola)

-¡Diego, ya quiero verte fuera de aquí, lejos de todo esto! ¡Quiero verte fuerte y sano corriendo detrás de mí en tú "depa"! (dijo ella con una risa alegre, tratando de darle animos)

-Roberta, hay algo...¿Por qué no me dicen como llegué aquí?

Roberta se puso tensa.

-Diego, mejor esperas a que tú mamá y los doctores hablen contigo...todo a su tiempo...