Parte 123

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-¡EXCUSAS, ESO ES PARA LO ÚNICO QUE SIRVES TÚ PINCHE CA+BRÓN! ¡NO TUVISTE LOS HUE+VOS PARA HACER EL TRABAJO Y ESO ES TODO!

-¿¡YO NO TUVE LOS HUE+VOS PARA HACERLO!? ¿¡Y QUE ME DICES TÚ QUE NO LOS TIENES PARA HACERLO EN PERSONA!?

-¿¡COMO TE ATREVES A HABLARME ASÍ, MALDITO HIJO DE LA CHÍN+GADA!?

-¡TE HABLO ASÍ PORQUE NO SOY TÚ SIRVIENTE! ¡NO SOY UNO DE ESOS COBARDES QUE SE ME+AN CUANDO TÚ LES ALZAS LA VOZ!

-¡OYEME COYOTE...!

-¡NO, TÚ OYEME A MÍ CHACAL! ¡YO SOY "EL COYOTE DEL BARRIO"...SOY EL CAPO MÁS GRANDE DE LOS ÁNGELES Y NO TRABAJO PARA TÍ! ¡QUE TE QUEDE CLARO QUE...!

-¡LO ÚNICO QUE ME QUEDA CLARO ES QUE ERES UNA VIEJA MIEDOSA A LA QUE UNOS CHAVITOS LE DIERON UNA PALIZA!...¡PARA MÍ NO ERES MÁS QUE UN POBRE PANDILLERO DE CUARTA!...

-¡MALDITO...! (exclamó fuera de sí por la rabia "El Coyote" , pero uno de sus hombres de confianza lo agarró por el brazo con el que sostenía el teléfono)

-¡Jefe, Está hablando con el narco más poderoso de México! ¡No debe desafíarlo! (dijo el pandillero asustado)

-¡YO NO LE TENGO MIEDO A ÉSTE CAPO DEVALUADO! (bramó El Coyote sacudiendose a su empleado)

-¡CAPO DEVALUADO! ¡TE VOY A...! (exclamó El Chacal que lo había oído por el teléfono)

-¡PATRÓN! ¡PUEDO DECIR ALGO! (exclamó Casimiro el fiel ayudante y mano derecha de El Chacal)

-¡ESTOY HABLANDO CON ÉSTE HIJO DE PU+TA, NO ME INTERRUMPAS! (replicó El Chacal)

-¡De eso mismo se trata! ¡Dígale que lo llama en un minuto!

-¡Nada de eso! ¡Horita mismo le voy a cantar sus verdades a éste...!

Pero Casimiro colgó el teléfono....

-¿¡COMO TE ATREVES!? (dijo amenazante El Chacal)

-¡Patrón, con el debido respeto, ese hombre es el mayor comprador de su mercancía en Los Ángeles y en toda la Costa Oeste de los Estados Unidos! ¡Usted hace muy buenos negocios con él!

-¿¡Y POR ESO LE TENGO QUE AGUANTAR QUE ME HABLE ASÍ!?

-¡Patrón...ya sabemos que El Coyote es un animal...es un jóven estú+pido e impulsivo...!

-¡Eso se lo quito yo con un tiro en la cabeza!

-¡Y entonces la competencia nos quitará el negocio en Los Ángeles!

El Chacal se quedó callado...

-Además, usted quiere agarrar a Diego Bustamante...

-¿¡Y Qué!?

-Patrón...¿piensa usted ir a Los Ángeles para agarrarlo?

-¡Claro que no!...¡Tú sabes que he mandé a matar a aquel agente de la DEA!...¡Sí voy a allá puedo terminar como Juan Garza (*)!

(*) Nota de Autor: Juan Raúl Garza fue un narcotraficante mexicano que fue condenado a muerte por la justicia federal de los Estados Unidos por el asesinato de tres hombres, y ejecutado en el 2001 después que el Presidente Bush le negará el perdón.

-¡Entonces hay que seguir usando a El Coyote! ¡Él conoce el terreno y tiene suficientes hombres a sus ordenes!

-¡Maldita sea!...¡Está bien, pero de todas maneras no confío en ese desgraciado!

-¡Entonces mandeme a mí a Los Ángeles para vigilarlo y supervisar lo que hace!

El Chacal lo pensó un minuto...

-¡OK!...¡Pero asegurate de que cumpla con su trabajo, o me las va a pagar!

-¡Sí patrón!

-¡Llamalo otra vez!

Casimiro habló primero con El Coyote para calmar las cosas y luego se lo pasó a El Chacal...

-¡Escuchame...Coyote! Vamos a ser profesionales...sí cumples acabando con el tal Diego...te pagaré con el doble de mercancía que te había ofrecido...¡Pero no se te ocurra fallarme!

-¡Yo siempre cumplo Chacal!

-¡Eso espero Coyote!...¡Por tú bien y el mío!

Los dos narcos se despidieron...

Lo que no sabía El Chacal es que Diego había empezado a mover sus fichas...

En la sede de Los Ángeles de la DEA (la policía federal anti-drogas norteamericana) Diego se encontraba acompañado de un hombre elegantemente vestido de traje y corbata, conversando con el Sub-Director para el área de Los Ángeles de la agencia federal...

-Como abogado de el señor Bustamante, quiero expresarle que el único interes de mí cliente es colaborar con la justicia americana para ayudar a llevar ante un tribunal al asesino de su padre... (dijo el abogado de uno de los mejores bufetes de la ciudad)

-¿Y tal vez ayudar a sus hermanos sospechosos en un caso federal de lavado de dinero? (preguntó el Sub-Director con cara seria y tono suspicaz)

-Sí así fuera estoy en mí derecho de ayudar a probar que a mís hermanos les tendieron una trampa... (dijo Diego serio pero tranquilo)

-En eso tiene razón...¿Tiene más pruebas en su poder?

-Actualmente no...pero estoy todavía haciendo inventario de las propiedades de mí padre a ver sí encuentro algo más...

-¿Sabe que ésta información es explosiva?

-No entiendo mucho de su naturaleza, pero eso es lo que esperaba...

-¿Desea ser incluido en nuestro programa de protección de testigos?

-Mí abogado me lo aconsejó...pero no estoy dispuesto a renunciar a mí verdadera identidad para asumir otra...No quiero cambiar de nombre ni mudarme a Estados Unidos ni renunciar a mís amistades y contactos...Y tampoco a mí carrera...No tengo que renunciar a mí vida como sí yo fuera el delincuente...

-¡Está arriesgando mucho!

-Lo sé

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Entre Heroes y HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora