13. El programa Adopta un Skaikru.

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TonDC en tiempos de paz resultaba ser tan destructivo como TonDC en tiempos de guerra para los 100.

La fayowada demostró ser peligrosamente fuerte, por lo que los recuerdos de Clarke eran cálidos y borrosos, una agradable neblina de intoxicación debido los eventos nublaba su mente, dSin embargo podía recordar las sensaciones que tuvo.

Recordaba el calor del fuego quemando su rostro, la voz tranquila y divertida de Lexa en su oído, la risa ruidosa de diferentes grupos, la satisfacción en el aire, la música, el baile, la lucha… y la bebida en todas las direcciones en las que miraba.

Al comienzo de la noche, Skaikru y Trikru estaban separados, pero el poderoso licor y el aire de celebración los había contagiado a todos al final.

Algunos de los mayores Sekons se unieron al improvisado juego de bebida de Monty y Jasper. Un grupo de gonas comenzó a enseñar a algunos de los 100, palabras para una canción sucia en Trigedasleng. Una joven Skaikru comenzó a flirtear con uno de los jóvenes de TonDC que formaba parte de la competencia de lucha y sus grupos de amigos comenzaron a hablar. Era una mirada a cómo podría ser el mundo esta vez, con suerte. Fue... agradable.

Sin embargo, la amabilidad presentó su factura por la mañana. Clarke tenía un ligero dolor de cabeza, y eso que ella había participado muy poco en comparación con algunos de los demás. El día había estado lleno de discusiones debido a las quejas de la resaca y al cansancio Skaikru.

Lexa simplemente le ordenó a sus gonas que mostrasen silencio cuando se quejaran: Clarke no tenía esa opción. Así que había pasado todo el día ayudando a resolver peleas menores y maldiciendo mentalmente a todos por hablar demasiado alto.

Cuando llegaron a Polis, Clarke estaba agotada. Lexa había prometido ayudar a entrenarla, una oferta generosa, porque normalmente solo entrenaba a Natblidas, pero por el momento estaba tan débil como una gatita. Los meses en confinamiento en solitario no le habían hecho ningún favor, pero incluso antes de eso no había mucho ejercicio en el Arca. No había espacio, para empezar. Por otro lado, no podían pagar la proteína extra y los carbohidratos necesarios para construir músculo. Así que todos eran delgados y suaves.

Dedicó un momento a envidiar a Wells, Finn, Jasper y Monty, quedándose cómodamente en TonDC. Lexa, después de discutir un poco, le permitió a Finn permanecer en TonDC. En gran parte porque Clarke había sido lo suficientemente inteligente como para esperar hasta después de dos tazas de fayowada para hablar, pero había dejado órdenes con Indra y Anya de que no se podía confiar armas a ninguno de los Skaikru.

Wells, mientras tanto, había aceptado que Clarke se iba, mucho más amablemente de lo que ella había esperado que fuera, era como si perdonarlo le hubiera ayudado de alguna manera a superar su ansiande protegerla. Se preguntó si él había pensado durante el año pasado que si no fuera por eso, ella se enamoraría de él, pero ahora tenía la prueba de que ella no lo haría. O tal vez era solo que ella había cambiado, e incluso si él lo atribuía a su régimen de aislamiento, no podía dejar de notarlo.

Se habían abrazado como viejos amigos, como mejores amigos. Se prometieron mutuamente que se mantendrían a salvo. Luego se dejaron el uno al otro sin demasiado alboroto.

Clarke no podía evitar compararlo con el chico que fue arrestado para quedarse con ella.

Una vez que estuvieron en Polis, Lexa la llevó a su antigua habitación de embajadora y la metió en la cama de una forma que parecía mas una madre que la comandante que era. -Duerme, Clarke-, murmuró en voz baja. -Descansa un poco-.

Regresó a la conciencia por un segundo -¿Los otros?-

-En los niveles más bajos, por el momento-, respondió Lexa. -Encontraremos otros lugares para ellos mañana-.

Clarke asintió con la cabeza, o tal vez solo lo soñó. La próxima vez que abrió los ojos, todo era brillante y alguien golpeaba en su puerta.

Intentó levantarse de la cama, pero en cambio solo logró rodar por el suelo, “bien hecho, Clarke”, -¡Entra!- gritó de todos modos, porque sabía que era Lexa y no hacía falta que fuera demasiado digna con Lexa.

No era Lexa.

Gustus inclinó la cabeza por un segundo, luego la levantó de nuevo y la miró de una manera que no era tan dócil como el gesto de respeto le hizo parecer. -Buenos días, Clarke kom Skaikru-.

-Solo Clarke está bien-, bostezó, obligándose a levantarse. -¿Dónde está mi gente? ¿Ya están despiertos?

-Están despertándolos ahora, por orden de Heda-, dijo Gustus, su voz enfatizando la última frase como si estuviera preocupada de que intentara contradecir a Lexa.

No era tan estúpida. -Está bien, llévame con ellos-, dijo en su lugar, decidiendo que podía preocuparse por pequeñas cosas como cambiarse de ropa y bañarse más tarde. Si estaban resolviendo a dónde iba su gente, ella debería estar allí.

En frente del edificio, se había despejado un gran espacio, los vendedores de alimentos habían sido reordenados, para que los 100 pudiesen estar allí. Todos y cada uno de ellos se veía más despiertos que Clarke, pero claro, no habían tenido que quedarse despiertos hasta el amanecer en TonDC tratando de persuadir a Lexa de que Finn no iba, y de hecho no podía, masacrar a la ciudad.

Lexa se movió para que la viera. Se veía mucho más despierta que Clarke también.

Se preguntó si era por ser sangre nocturna, si estaba acostumbrada a dormir muy poco después de años de ser la Comandante, o si era uno de los rasgos de la personalidad de Lexa.

Lightning Only Strikes Once (Traducida Con Permiso De La Autora) - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora