78. Territorio enemigo.

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Lexa había viajado de incógnito por largos períodos antes, pero no por muchos años. Era algo que tenía que hacer ocasionalmente cuando comenzaba a organizar la alianza, cuando parecía que la mitad de su propia gente deseaba su muerte solo por atreverse a sugerir paz. En aquel entonces, ella solía fingir ser una Seken con los ojos muy abiertos, o una niña mercante. Gustus había sido difícil de disfrazar, y a Costia no le había gustado tener que dejar atrás su preciada reverencia en Polis, pero ambos la habían acompañado voluntariamente de todos modos.

Pero en ese momento se sentía extraño, sin embargo. Sus propios sentimientos le eran extraños. Quizás era más fácil ser Lexa la Seken cuando esos recuerdos eran recientes, más fácil ser Lexa la niña mercante cuando todavía se sentía como una niña. Ahora habían pasado años agobiada con su propio poder y autoridad, sin perderlo por más de un día o dos, y se sentía extraño estar tan completamente sin él. Le daba vergüenza, estar tan acostumbrada a las reverencias y al respeto automático de los demás que su ausencia la desequilibraba.

O tal vez es simplemente la falta de Clarke era lo que la tenía así.

-Aquí-, gruñó Anya. -Estamos casi en la frontera.

-No reconozco este lugar desde la última vez-, comentó Raven. -La última vez fue mucho más, no lo sé, espeluznante y tranquilo.

-Porque este no es el mismo lugar que la última vez-, dijo Anya rotundamente. -Estamos mucho más al este. No me importa lo bien que nos disfracemos, pasar por los mismos pueblos por los que viajamos recientemente sería un riesgo inaceptable.

-Ah... okey-, murmuró Raven. –Pero bueno, no hacía falta hablarme como si fueses a morderme.

-No te mordí-, dijo Anya, con una leve sonrisa en su rostro. -Creo que eres demasiado 'grande' como para morderte.

Raven tardó un momento en comprender, y luego se quejó.

-¿Qué significa eso?- Zion preguntó con curiosidad.

-Ser 'grande' es ser arrogante, como lo es Raven-, le dijo Anya con aire de suficiencia.

-Ella aprendió esa frase de mí-, dijo Raven, sin sonar particularmente insultada, -Por supuesto, los únicos modismos de Sky People que Anya puede recordar son insultos.

Lexa inclinó la cabeza pensativa. -El único Trigedasleng que te he escuchado usar son frases como 'shof op', 'branwada', 'jok yu' y 'mokskwoma'-, señaló a Raven. -De todos modos ... shop of, las dos. Por una hora más o menos al menos. Lo último que necesitamos es que nuestro propio bloqueo nos detenga.

-Sha, Heda-, dijo Anya en voz baja.

No hubo ningún sonido por algún tiempo, solo el crujido constante de sus botas en la nieve. Se dirigían hacia un pueblo de Lexa que vivía en una aldea al este de donde había caído originalmente la Estación de Prisión. No se habían detenido en ese pueblo la última vez, aunque estaba lo suficientemente cerca de su ruta original como para inquietar a Anya, pero Lexa estaba segura de que su espía habría notado el paso de cientos de personas. No tenía sentido tratar de rastrear el camión en el que se habían llevado a Clarke: Raven le había dicho a Lexa cuando Clarke fue secuestrada que el camión tenía un dispositivo Maunon para ocultar su rastro. Bueno, podría tener un dispositivo así, pero debería haber visto las marcas que habrían dejado las trescientas personas de Diana Sydney, no solo en la nieve sino en los árboles y ramas circundantes, y estaba segura de que entre sus espías y ese sendero podrían encontrar a la gente de la estación prisión.

Debían hacerlo.

La cara de Lexa estaba cubierta de cicatrices falsas. En los viejos tiempos, Costia le habría aplicado el maquillaje. A Costia le gustaba hacerlo, así como le gustaba tallar madera o hacer pequeños dispositivos inteligentes, y las cicatrices que creaba parecían reales. Lexa no era tan hábil con sus manos a menos que estuviese sosteniendo una espada, pero había logrado hacer un trabajo decente, con la ayuda de los demás. Se parecía a un Azgeda. Se había asegurado de caminar como una niña mercante tranquila en lugar de una guerrera experimentada, un buen ritmo pero no cauteloso.

Lightning Only Strikes Once (Traducida Con Permiso De La Autora) - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora