Lightning Only Strikes Once (Traducida Con Permiso De La Autora) - Completa

74. Mejor muerta.

El único momento de felicidad de Lexa después del secuestro de Clarke fue cuando se anunciaron las nuevas reglas para el Cónclave. Ver las expresiones de alegría de su Natblida había sido lo más cerca que había estado de sentir algo más que la triste y palpitante tristeza que albergaba en su corazón. De lo contrario, pasa durante su tiempo a solas, meditaba, pensando en un plan tras otro y descartándolos como egoístas, equivocados o tontos. Ni siquiera sonrió cuando Marcus Kane fue calificado con la marca y los Skaikru se convirtieron en el decimotercer clan, cuando Wells fue nombrado embajador. Estaba todo mal sin Clarke allí, ¿no podían ver eso?

Anya se preocupaba por ella y, por lo tanto, le daba espacio, evitaba entrar en sus habitaciones y no buscaba su consejo sobre ninguna decisión. Indra se había mantenido alejada también por el momento, y silenciosamente se había hecho cargo de muchos otros deberes de Lexa, incluido el manejo de los embajadores; también había traído consigo algunos gona que podían permitirse de las fronteras, incluidos Octavia y Linkon, y los había establecido para ayudar a la gente de Anya a proteger a Polis, de lo que todos se preocupaban que sería el próximo objetivo de Nia.

Curiosamente, esto significaba que la persona que Lexa veía con mayor frecuencia era Abby, que siguió a Marcus Kane a Polis y se había quedado cuando este regresó a Arkadia. Traía comida a Lexa regularmente, tomaba su temperatura y se preocupaba constantemente por ella, era como si estuviera tratando de cuidar a Lexa porque no podía cuidar a Clarke.

Ese día, sin embargo, alguien además de Abby había entrado a sus habitaciones.

-Suficiente-, dijo Raven enojada. Wells estaba a su lado, por una vez no acompañado por su nueva asistente, una cazadora Skaikru llamada Harper que se había ofrecido como voluntaria para el puesto. -Lo que estás haciendo, esta cosa de angustia, suficiente.

Lexa parpadeó hacia ella, interrumpiendo la meditación. Por supuesto, no había sido una meditación muy efectiva, ya que estaba mirando la faja azul de Clarke en sus manos. Kane se la había dado antes de que ella se fuera de Arkadia; cuando se habían llevado a Clarke, debían habérsela quitado primero, dejando a Lexa con una faja, una trenza, sus recuerdos y nada más. -¿Raven?

-Entiendo que esto te está trayendo al presente algún tipo de trauma importante-, dijo Raven. -No sé cuál es ese trauma, Anya no me lo dirá, pero cualquier idiota puede ver que algo más está sucediendo aquí-. Permaneciste perfectamente tranquila cuando enviamos a Clarke a Mount Weather, aunque sabías que estaba en grave peligro y que probablemente moriría.

Eso era cierto, admitió Lexa. Ella se las había arreglado mejor que cuando Costia murió también. Pero había algo sobre saber lo que le estaba sucediendo a Clarke, lo que le sucedería a Clarke: sus viejas pesadillas de cuando recibió por primera vez la cabeza de Costia la estaban atacando, negándole el sueño. No hacía nada más que hacer planes tras planes, todo desde atacar a Azgeda en invierno (un suicidio) hasta enviar un escuadrón de asesinos (sin sentido, sin una ubicación) para intercambiar un perdón a Nia a cambio de la vida de Clarke (su propia gente se levantaría contra ella). Lo que había pasado la había dejado débil y temblorosa, joven y desconsolada de nuevo.

Podría sobrevivir a la muerte de Clarke, tal vez, si tuviera que hacerlo, pero no podía sobrevivir a su tortura y mutilación a manos de Nia.

-No eres la única preocupada por Clarke-, dijo Wells en voz baja. -Y no eres la única que tiene ideas. Tal vez podamos ayudar.

Lexa se aclaró la garganta. -Si. Veo. Tienes razón -, se puso de pie. -Busca a Anya, Indra y Abby. Discutiremos esto. Dudaba de que a alguno de ellos se le hubiese ocurrido algo en lo que aún no hubiese pensado ella misma, pero tal vez fuese arrogante pensar de esa manera. Ella no le dijo a Raven que vaya a buscar a Octavia o Linkon, quienes probablemente estuviesen en guardia afuera de Polis con el resto de la gona que Indra había traído con ella. Llevaría un tiempo traerlos aquí, y probablemente fueran más necesarios en sus puestos que allí, ya que si bien eran útiles en la ejecución de planes, no eran tan esenciales en la creación de ellos.