33. Vestida para matar.

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Se olvidaba, a veces, de lo mucho que amaba a Lexa.



No sabía por qué le sorprendía el ritmo desenfrenado de su corazón cuando la volvió a ver después de varias horas, cuando sus ojos verdes brillaron al ver a Clarke. Eran las respiraciones profundas y uniformes que hacía mientras dormía junto a Clarke después de aquellos hermosos momentos robados. Era la necesidad de pasar sus dedos por el cabello de Lexa, tocar su piel, hacer un contacto que pudiese recordarle a sí misma que Lexa era real y estaba ahí y viva. Era la pequeña media sonrisa genuina que Lexa le regalaba a veces, demasiado tímida para aparecer en la cara de una persona tan poderosa, y era también el hecho de que Clarke fuese la única persona que podía ver esa sonrisa en particular.



Era eso que solo Lexa podía darle: comprensión total, aceptación total. Incluso antes de que fueran las únicas dos personas que podían recordar un mundo entero, esa mirada estaba casi siempre en los ojos de Lexa. Era así como en las raras ocasiones en q no entendía algo y se dejaba sorprender por Clarke, pero siempre lo hacía de una manera increíble, como si de un regalo inesperado se tratase. Como si Lexa pudiese ver más de Clarke que nadie, y eso era lo único que quería. Todas esas cosas ... le recordaban lo mucho que amaba a Lexa.



Pero en ese momento, tal vez la indicación más clara de lo mucho que amaba a Lexa era que había visto a un hombre morir desangrado delante de ella, de la mano de Lexa y todo lo que pensó fue que no debería haberle hablado así.



Le molestaba pensar así. Pero la verdad era que si Lexa no lo hubiera matado, entonces todos los gona habrían pensado que era débil. Clarke lo sabía. Y ella sabía que pronto presentarían muchas cosas nuevas a los Grounders: Skaikru como parte de la alianza, jus nou drein jus daun, guerra abierta con la Montaña. No podían permitirse que nadie cuestionase a Lexa ahora o no habría manera de que pudiesen comenzar a trabajar en eso.



Por supuesto, sin eso en contexto, y sin mucha experiencia con la muerte, no era una sorpresa que los demás lo tomen mal.



-¿Qué demonios fue eso?- Preguntó Raven. Estaba pálida, pero por lo demás bien, sus ojos seguían siendo oscuros y feroces en su cara pálida.



-Has visto a personas flotar antes-, señaló Clarke.



-Exactamente, flotar-, señaló Finn. -No apuñalados en la garganta. Y cuando están flotando es por cometer un crimen. ¡Ella solo lo asesinó directamente, Clarke! ¿Cómo puedes estar tan bien con esto?



-Una exageración-, dijo Clarke con firmeza. -Sé que no entiendes esto, pero Lexa estaba haciendo lo que tenía que hacer-. Se dirigió a Wells para obtener un apoyo. -¿Crees que alguna persona hubiera sobrevivido si amenazaba a tu padre con un ejército?



-No-, dijo Wells después de un momento, aunque todavía parecía preocupado. -Es verdad. Amenazar al canciller es un crimen.



No es que Diana Sydney haya sido castigada por ello, pensó Clarke con cinismo. Amenazar al Canciller era un crimen flotante cuando lo hacía alguien joven y estúpido, pero cuando lo hacía alguien influyente y popular, el Arca mostraba "misericordia" y solo lo mantenían encerrado. A veces pensaba que Bellamy tenía razón acerca de que algunas personas en el Arca eran privilegiadas: personas como Jaha, Kane, Sydney e incluso la propia madre de Clarke recibían un mejor nivel de tratamiento por la ley que las otras.



-Casi terminamos en una batalla real allí-, dijo Clarke, -No había manera de que las gonas Trikru hubieran estado de acuerdo y entregado sus armas. Al menos uno habría luchado, el gonakru de Azgeda habría atacado, y algunos de nosotros habríamos muerto.



-Okey-, dijo Raven, calmándose un poco. -Bueno. Así que la Comandante rajó a ese chico, Rathan, para asegurarse de que eso no sucediera. Quitando un engranaje atascado antes de que la máquina se rompa.

Lightning Only Strikes Once (Traducida Con Permiso De La Autora) - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora