112. Sin aliento.

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Lexa se arrastró dolorosamente hacia Clarke. -¿Clarke? ¿Ai hodnes?

-Estás viva-, dijo Clarke, un poco débil. Se veía terrible, bueno, hermosa, por supuesto, porque era Clarke, pero terrible en el sentido de que tenía marcas oscuras debajo de los ojos, su piel estaba demasiado pálida y su tobillo estaba hinchado al doble de su tamaño normal.

-Sha-, dijo Lexa, consciente de que probablemente se veía aún peor. Todavía podía sentir la humedad pegajosa que le escurría por el hombro mientras su herida reabierta continuaba sangrando. Su cuello también estaba sangrando desde donde la espada de Nia lo había cortado. -Tú también.- Miró a Nia, todavía acurrucada y gimiendo en el suelo. -Ella también.

Clarke la miró también, luego volvió su atención a Lexa, ejerciendo presión sobre la herida, una acción que debía saber que era inútil en ese punto, independientemente de la curación propia de los Natblida. Nadie vendría a proporcionarles calor y puntos. Clarke dudó y luego se quitó la chaqueta para atarla alrededor de la herida y darle más presión de la que podía darle la faja, ignorando la protesta de Lexa. Luego, arrancó otra capa, sin hacer caso de lo que esto le haría, y la agregó también, haciendo todo lo posible para prolongar la vida de Lexa. -Las heridas del estómago pueden tardar horas en matar a las personas.

Sus palabras eran reales, sin ninguna emoción adjunta. Ella sabía lo que era Nia. Ella sabía lo que había tomado Nia. Entonces Clarke la dejaría morir poco a poco, permitiría que Lexa disfrutase de su venganza, se sentaría aquí con ella y vería como Nia tuviese solo un poco del dolor que le había inferido.

Pero Lexa no lo disfrutaba. Ni siquiera sentía satisfacción. Ella simplemente se sentía vacía. Clarke ayudaba. Tener a Clarke allí ayudaba. Pero ni siquiera se atrevía a mirar a Nia, retorciéndose de agonía, muriendo lentamente.

Lexa se preguntó por qué Clarke no pensaba menos en ella por esa crueldad. Desgarrada, su sangre manchada por el suelo, dejando escapar sollozos de agonía, Nia parecía menos un monstruo y más una persona. Clarke le daba una mirada muy específica a veces, cuando reaccionaba a una acción despiadada que Lexa había llevado a cabo, una especie de dolor y asombro, como si estuviera horrorizada de mala gana. Ella había puesto esa cara con la muerte de Finn, la destrucción de TonDC, la traición de Lexa en la Montaña, el asesinato de Pike, la ejecución del Maunon e incluso cuando Lexa había matado a algunos de los gona de Nia mientras dormían. Como si por un momento no estuviera viendo a Lexa, ni siquiera a la Comandante, sino a una especie de monstruo. Siempre desaparecía del rostro de Clarke, pero nunca de la memoria de Lexa. ¿Clarke algún día miraría a Lexa con esa expresión para siempre? ¿Vería algún día a Lexa solo como un monstruo en lugar de la chica que amaba?

No, seguro que no. Clarke podía sorprenderse, era humana, pero no era débil y nunca vería a Lexa solo como un monstruo. El amor de Clarke no era tan voluble. Y amaba a Lexa con tanta fiereza como Lexa la amaba a ella. Podía que no tuviesen los tatuajes de unión, pero estaban unidas y lo que tenían era más fuerte que lo que debían hacer. Incluso si fuera más débil, les quedaban días, tal vez solo horas debido a sus heridas, por lo que el 'algún día' que Lexa temía nunca llegaría, como tampoco el algún día que esperaba.

Pero, ¿era así como terminaba la historia de Costia? Había comenzado con la luz del sol y las flores, luego se había convertido en tortura y decapitación, y ahora terminaba así: una excusa cruel e inútil para un ser humano convertido en animal por el dolor, destripado en el frío suelo pedregoso de un palacio en ruinas.

Costia era una buena fisa cuando se entrenaba. Una cazadora aún más impresionante. Pero dejó de ser fisa porque odiaba ver a la gente sufrir. Y a veces perdía animales cuando cazaba, animales que otro cazador podría haber conseguido, porque se había negado a frenarlos hiriéndolos. Si no podía matarlos limpiamente, decía, no los mataría en absoluto. A través del ojo o en la garganta, una muerte rápida. Por los animales, por los aliados, por los enemigos. Para todo el mundo.

Lightning Only Strikes Once (Traducida Con Permiso De La Autora) - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora