Lightning Only Strikes Once (Traducida Con Permiso De La Autora) - Completa

100. Ellos las prefieren rubias.

-Espero que me traigas buenas noticias del sur-, la voz de Nia resonó y crujió por la radio. Clarke dejó a un lado su bloc de dibujo en medio de sombrear algo y se enderezó, escuchando. -Hasta ahora no has podido traerme nada que valga la pena.

El hombre del otro lado, a quien Lexa reconoció como Diefen, se aclaró la garganta nerviosamente. -Los encontraremos, Azplana, simplemente deben estar más al norte. Ya has dicho que crees en Pri: la natrona Roan ha abandonado a la rubia Skayon y al matón del ex comandante. No podrán esconderse tan fácilmente sin la ayuda de ese mokskwoma.

Lexa se preguntó si no se le permitía referirse a Clarke como la Destructora de la Montaña, al igual que no se le permitía referirse a Roan como un Príncipe. Era de Nia negarse a reconocer los títulos o el estado de otra persona.

-No estamos discutiendo tus fracasos en este momento, sino noticias del sur-, dijo Nia. -Reporte.

-Los mensajeros dicen que los asaltantes que enviaste al sur han regresado-, dijo Diefen rápidamente. -Solo la mitad pudo sobrevivir a las trampas establecidas para ellos, pero lograron cruzar la frontera y lograron robar una gran cantidad de alimentos del Trikru para nuestra gente también. Creo que si racionamos la comida y la dirigimos a los lugares más necesitados, podemos mantener a la nación alimentada por otra semana, tal vez una semana y media.

Hubo una larga pausa. -Demasiado para los otros clanes que vienen a salvarnos-, se quejó Raven en voz baja. -Es totalmente injusto que tengan dos ejércitos y nosotros ...- Clarke la hizo callar cuando Nia comenzó a hablar de nuevo.

-Excelente-, dijo ella. -Haga que traigan la comida al norte lo más rápido posible.

-... ¿Todo eso, Azplana?- Diefen dijo con incertidumbre. -Los pueblos del sur también son ...

-Están más cerca de la frontera-, dijo Nia. -Si atacamos nuevamente, podremos encontrarles comida. Pero esta comida, estos gonas, deben venir aquí ahora. No me preguntes. Nuestra prioridad es el extremo norte -. Diefen respiró hondo, haciendo que la radio sonara, y Lexa estaba segura de que también podía ver el mensaje en sus palabras. Los dos Azgeda en la habitación también retrocedieron, horrorizados, y Gustus dejó escapar un resoplido de disgusto.

Nia se había dado cuenta de que sin el misil y Clarke de su lado, tenía muy pocas posibilidades de tomar Polis, y estaba fortaleciendo el área en la que se encontraba. Con toda la comida de repuesto y los guerreros enviados allí, era más probable que todo Azgeda al sur muriese de hambre y fuese fácilmente derrotado si se trataba de guerra, pero ella podría esconderse en el norte por mucho más tiempo. En los meses más cálidos, cuando el lago se derritiese, podría usar el gona para bloquear el camino relativamente estrecho creado por él, protegiendo la pequeña punta de las tierras de Azgeda donde se escondía. Si encontraba suficiente comida para sobrevivir hasta el próximo invierno, cualquier alianza gonakru que asediase el norte se vería obligada a regresar al territorio Trikru por el frío, dejándola retomar las áreas conquistadas. Nia podría convertir eso en una cuestión de mucho tiempo, en un asunto que causase la muerte de miles de Azgeda, así como miles de gona de los otros clanes. El puro egoísmo de su estrategia dejó a Lexa sin aliento.

-Sha, Azplana-, dijo Diefen, con la voz tensa, y Lexa se preguntó si tenía familia en el medio o al sur del territorio Azgeda.

-Bueno. Ordéneles que se apresuren. Además, envíe a Wilfrid. Dígale que debe hacerse cargo de tres docenas de gona y hacer que traigan tanta comida como puedan llevar, no a mi ubicación, sino al lugar habitual donde los aldeanos entregan comida, y luego enviar la gona a su kru. Él sabrá el lugar al que me refiero -, ordenó Nia.

-Sha, Azplana-, repitió Diefen.

-Y encuentra los tres natronas rápidamente-, continuó Nia. -Asegúrate de traerlos vivos, podrían ser útiles. No más casas en llamas. Si me fallas de nuevo, no seré tan indulgente.