Lightning Only Strikes Once (Traducida Con Permiso De La Autora) - Completa

16. Reasignados.

-Heda, deseo hablar contigo-, era Titus.

Lexa miró hacia arriba, tratando de fingir desinterés, pero consciente de dónde terminaría yendo esa conversación, rápidamente cuesta abajo, para ser precisos. -Por supuesto, Titus. ¿Sobre qué tema quieres hablarme?

Titus frunció el ceño. -Me informaron que te estás acercando mucho ... a la líder de Sky People.

-No sabía que mis guardias hablaban de más-, dijo Lexa con frialdad. -O que te rebajarías para buscar tales rumores.

Se sonrojó ligeramente, pareciendo ofendido. -Tus asuntos también son los míos, Heda. Sólo trato de ayudarte.

Lexa suspiró. -Lo sé, Titus. Por favor, continúa-. Interiormente pensaba que en realidad no intentaba ayudarle a ella, sino a la comandante. Y como en ese momento, tenía el espíritu del Comandante, mientras se comportase como deseaba, él la ayudaría, pero al mínimo cambio debería empezar a protegerse de los disparos.

Esos pensamientos enfriaron su mente. Quería ver a Titus como a su maestro, su consejero, su guardia, su fleimkepa. Como lo veía antes.

Odiaba buscar un arma en sus manos cada vez que lo veía. Pero no podía evitarlo. Al igual que con Bellamy y Finn Kom Skaikru, todo lo que podía hacer era tratar de limitar el peligro.

-Simplemente quiero asegurarme de que no te dejes influenciar por ella-, dijo Titus, sin darse cuenta de su pensamiento. -Hodnes laik kwelnes, Heda. Los clanes verán esta relación como una debilidad.

-Si no puedes influir tu en mí, ¿realmente crees que una chica Skai puede?-, dijo Lexa, esta vez sin emociones. No volvería a gritarle, por lo que recordaba, eso fue lo que le hizo pensar que se había debilitado en el otro mundo.

-Nuestra relación es ... agradable, pero no en la forma en que estás insinuando. No será causa de debilidad-. Comenzó a caminar, obligando a Titus a seguirle el paso.

Todavía fruncía el ceño. -No has buscado tales relaciones antes. No puedes culparme por estar preocupado.

Quería decir que no había estado con nadie desde Costia, y quería saber por qué ahora. El nombre tácito la enfadó, al igual que la intrusión en sus asuntos personales. -Clarke no es Costia. Su compañía es agradable y tengo la intención de seguir disfrutando, pero no perderé de vista mis prioridades. Nuestra gente es lo primero-. Por "nuestro”, sin embargo, no se refería a Trikru ni a los doce clanes, se refería a ella y a la gente de Clarke, a toda su gente, juntos.

-Eso es bueno saberlo, Heda-, dijo Titus. -Ahora, en cuanto al ladrón…

-Tendrá su castigo, igual que cualquier ladrón-, dijo Lexa con frialdad. -No debe ser herido, exiliado, asesinado o perturbado de ninguna manera, excepto durante los dos días en una celda dados por su crimen. No voy a escuchar más sobre eso.

-Como desees, Heda.

Se preguntó cómo tomaría la noticia de que quería a Clarke como su asesora. Mal, sin duda. Por lo tanto, era mejor que cuando llegase a él estuviese lejos de aquí. -También quiero hablar contigo, Titus.

-¿Heda?- Su frente se frunció de nuevo.

-He escuchado noticias del norte- afirmó.

Titus inclinó la cabeza. -En efecto. Los azgeda están inquietos.

-Eso no. Otras noticias-. Esperó hasta que él la mirase antes de continuar. -Podrían tener un Natblida y estar entrenándolo por su cuenta.  Esperan que el espíritu de Comandante elija a esta Natblida cuando yo muera, y ella los favorecerá sobre los otros clanes.