106. De la forma que elegimos ser.

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Lexa hizo que Assan tomase la delantera, ya que sería más capaz de detectar rastros en la nieve, y pareció reconocer la montaña que Clarke le había descripto. Después de él, Lexa colocó a Linkon en la fila, de modo que si Assan caía, habría más personas detrás para darse cuenta. Luego Raven, apoyada parcialmente en Clarke. La propia Lexa tomó la parte trasera ya que era la segunda posición más peligrosa y junto con Assan era la menos herida.

Ninguno tenía suficiente energía para hablar. Apenas tenían energía para moverse. Habían estado despiertos durante muchas horas, con la excepción de Linkon, que todavía estaba adormilado por el sedante, habían sido alcanzados por metralla, se habían movido a gran velocidad sobre el hielo durante horas, habían estado cerca de varias explosiones de bombas y habían tomado parte en la corta batalla en la orilla del lago. Lexa consideró permitirles descansar a todos, pero sabía que no hay ningún lugar donde pudiesen hacerlo de manera segura, a pesar de que Assan se ofreció a hacer guardia. Luchar agotados por el cansancio seguía siendo más seguro que permanecer cerca del lago, especialmente porque no conocían cuevas u otros lugares donde esconderse.

Después de todo, habría mucho tiempo para descansar cuando estuvieran muertos. No se suscribía a la visión optimista de Raven ni a la tentativa esperanzadora de Clarke de que podrían encontrar alguna salida a aquello. Caminaban hacia el norte, hacia la muerte. Se congelarían mucho antes de que cualquiera de los clanes de la Coalición pudiese marchar hacia el norte de forma segura, mucho antes de que Roan pudiese convencer a Azgeda de que Nia estaba muerta y establecer el control sobre ellos.

Finalmente, Lexa reunió energía para decirle a Clarke: -Sabes cómo entrar al palacio de Nia. ¿Solo una entrada?

-Sí-, dijo Clarke con gravedad. -Hasta donde yo sé, de todos modos, y pasé bastante tiempo buscando cosas útiles en ese lugar. ¿Estás pensando lo que estoy pensando?

-Eso creo. ¿Es la bomba lo suficientemente poderosa? Lexa le preguntó a Raven.

Raven parpadeó, luciendo mucho más fuera de sí que nadie, y escondió una tos. -¿Suficiente para qué?

-Necesitamos poder derribar un túnel-, explicó Clarke. -Construido principalmente de nieve. Muy estrecho y el techo es demasiado bajo para montar un caballo dentro. Lo necesitamos para derribar suficiente nieve y rocas de las que les será prácticamente imposible excavar.

-Oh, lo entiendo-, dijo Raven, los ojos cansados ​​se le iluminaron. -Atraparlos como ratas. Sí, debería ser suficiente para arruinar el pasaje al menos. No sé qué le haría al resto. Es una montaña con todo un castillo, por lo que has dicho, así que si comenzamos una reacción en cadena podríamos derrumbar accidentalmente toda la maldita cosa.

-Aún mejor-, respondió Clarke, forzando una sonrisa.

-Configuraré el temporizador-, dijo Raven.

Assan se entrometió en la conversación. Lexa ni siquiera se había dado cuenta de que podía oírlos. -¿Hay alguna buena razón para hacer eso? Nuestras luchas terminarán pase lo que pase.

-Hay una buena razón-, respondió Raven, luciendo molesta. -La buena razón es: 'No quiero morir despedazada o aplastada por la nieve'.

-Ella tiene razón-, dijo Lexa con calma. -No lo sobreviviremos, lo más probable, pero preferiría sobrevivir a Nia. Solo para que sepa que hemos hecho lo que nos propusimos y le hemos hecho justicia. Además, si destruimos el castillo, el gonakru no podrá recibir más órdenes de Nia, por lo que la organización puede disolverse. Todavía estarán bloqueando el camino hacia el sur, pero uno de nosotros puede sobrevivir en el extremo norte el tiempo suficiente para entregar la Llama a nuestra gente cuando llegue. Assan, o Sion, si podemos encontrarlo, podría tener una oportunidad.

Lightning Only Strikes Once (Traducida Con Permiso De La Autora) - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora