Lightning Only Strikes Once (Traducida Con Permiso De La Autora) - Completa

119. Con esta funda de daga yo...

-¿Tenemos una segunda opción?- Se preguntó Clarke. Estaba preparándose para para ir a la cama, aflojando su cabello trenzado. Accidentalmente se había hecho un nudo y dejó escapar un gruñido de frustración.

Lexa sonrió levemente y se sentó junto a ella en la cama, extendiendo sus dedos expertos para desenredar el nudo. Incluso con su brazo izquierdo todavía en cabestrillo y solo pudiendo usar una mano, era más rápida que Clarke. -Sha, hay algunos Azgeda que podríamos considerar, aunque ninguno en quien confíe tanto como en Zion. Todavía tengo espías en Azgeda, por si ... aparece Roan, es posible que él también tenga alguna sugerencia.

-Ninguno de los líderes de la aldea que conocimos puede simplemente desentenderse y mudarse a Polis-, dijo Clarke pensativa. -Confié en Orion, pero nació Sankru y no creo que quisiera ser Fleimkepa de todos modos. Wells confía en algunos de los que están en el gonakru, lo sé, pero aunque vinieron a nuestro lado, realmente no quiero ceder el puesto a nadie que haya atacado territorio Trikru -. Suspiró de placer al sentir los dedos delicados y hábiles de Lexa peinando sus trenzas. -Oh, esto es fantástico.

-Creo que Zion aceptará el puesto-, dijo Lexa, aunque Clarke pudo escuchar un toque de incertidumbre en su voz.

-Parecía bastante emocionado al principio-, asintió Clarke, inclinándose hacia Lexa. -Tal vez solo se está volviendo loco un poco y realmente necesita pensarlo. Eso es comprensible.

-Tal vez.

Lexa besó el cuello de Clarke ligeramente, y Clarke se estremeció al sentirlo. -Mmm ... oh , está bien, sigue haciendo eso.

Lexa besó su camino hacia arriba del cuello de Clarke y luego comenzó su camino de regreso, y Clarke abandonó cualquier idea de continuar discutiendo temas importantes. Presionó contra Lexa y cerró los ojos, saboreando las ondas de placer que la atravesaban con cada toque suave y ligero, sus sentidos se intensificaron hasta que incluso la respiración superficial de Lexa se sintió como una caricia. Se movió de modo que quedó frente a su prometida y la besó suavemente en la boca, pasando un dedo burlón por la clavícula expuesta de Lexa. Lexa suspiró de placer y profundizó el beso, acercándose aún más a Clarke.

Era maravilloso tener finalmente una habitación propia, una habitación real, con privacidad garantizada. No había guardias parados afuera como cuando estaban juntas en la carpa, no había una sensación incómoda de ocupar la casa de otra persona como siempre que se habían quedado en las aldeas. Hasta que se fueran a Polis, tenían eso. Cuando llegaran a Polis, tendrían la habitación de Lexa en la torre, su habitación.

Era tan maravilloso despertarse al lado de Lexa. Durante el primer segundo que estaba despierta, Clarke casi se sobresaltaba, alerta y lista para tomar un arma, como lo había hecho todas las mañanas de los últimos tiempos. Luego se obligaba a quedarse quieta otra vez, acurrucándose en los brazos de Lexa y dejando que su respiración se volviese más lenta.

Podía recordar vagamente a Lexa despertándola por la noche en un momento, tocándola y murmurando somnolienta un "pesadilla" como explicación, al igual que otra pareja podría despertarse porque uno de ellos roncaba. Sus pesadillas no desaparecían por completo con Lexa allí, como tampoco las de Lexa desaparecían solo porque ella estuviese allí. No eran una especie de cura mágica para los dolorosos recuerdos que tenían. Sin embargo, estar una al lado de la otra ayudaba: las pesadillas de Clarke nunca eran tan vívidas o horribles con Lexa a su lado. Se esforzaba por recordar, la pesadilla de anoche había sido sobre la muerte de su padre sólo que en el lago de hielo, una nuevo en su colección.

Clarke se acurrucó contra Lexa y bostezó.

Lexa abrió los ojos y sonrió. -Buenos días, ai niron-, dijo dulcemente, presionando su rostro en el hombro de Clarke para que su voz se apagase. Ella también bostezó.