71. Choque.

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Cuando Clarke se despertó , su espalda y costado estaban presionados contra una superficie dura y fría, que parecía estar vibrando. Podía sentir que sus manos estaban atadas frente a ella, con algo de metal, no con cuerda. Esposada. Parecía que sus muñecas estaban rodeadas de hielo. Ella estaba temblando. A juzgar por la sensación, debía haber estado haciendo eso incluso estando inconsciente. Todavía usaba sus pantalones y su camisa, no tenía otras capas, y estaba helada, al norte, pensó. Para que hiciese tanto frío, debían ir hacia el norte.

Clarke no abrió los ojos, no de inmediato. Si alguien la estaba observando, necesitaba poder sorprenderlos, lo que significaba que no podía hacerles saber que estaba despierta hasta que estuviese lista para hacer algo.

Ese lugar olía a combustible y grasa, uno de los vehículos, se dio cuenta. Eso explicaría el piso vibrante, el ruido del motor. Como estaba acostada y estirada, no podía ser uno de los Jeeps, debía ser el camión militar. Entonces estaba en el camión, atada, en dirección norte, capturada por la gente de Diana Sydney, usando los dardos de sueño Mount Weather.

Lexa era demasiado inteligente como para dejar que alguien sacase las armas de Maunon después de tomar la Montaña. Entonces debían haber sido sacadas de la montaña antes. O la Montaña también había hecho un trato con la gente de Diana Sydney, poco probable, o le dieron a Nia algo de armamento y ella se lo cambió a la gente de Diana Sydney. O tal vez no lo cambió, tal vez solo los equipó para una misión para capturar a Clarke, porque Clarke no podía ver ninguna razón por la cual la gente de Diana Sydney la querría. Nia, por otro lado ... Nia podría quererla.

Abrió los ojos ligeramente, de modo que apenas podía ver nada a través de sus pestañas. Le tomó un minuto adaptarse y luego pudo ver el sitio, aunque su visión estaba borrosa. Había algo muy grande justo en frente de ella, atado pero aún así ocupando casi todo el espacio. Ella se dio cuenta de lo que era casi de inmediato: el misil nuclear.

Mierda.

También había un guardia de pie junto a él, la pistola de dardos del sueño apuntando al suelo mientras se apoyaba contra la pared. Sin embargo, no le estaba prestando mucha atención.

Varios pensamientos pasaron por su mente rápidamente. La parte trasera del camión se abría desde el exterior, o se podía abrir desde la cabina; probablemente se habría usado para transportar prisioneros o algo en la época militar, tal como se usaba ahora. Tal vez pudiese abrirlo, pero en ese caso, no podría saltar de un vehículo que se movía a esa velocidad, incluso si sobreviviera, estaría demasiado herida para escapar de manera efectiva. Eso no cambiaba el hecho de que ella debía de salir de allí pronto. Puede que todavía no estuviesen en territorio de Azgeda. Una vez que estuviesen en el territorio de Azgeda, sus probabilidades de supervivencia disminuiría considerablemente. No solo por los enemigos, sino porque sin sus capas exteriores de ropa, se congelaría. Ella necesitaba estar lo suficientemente cerca como para poder llegar a TonDC antes de que eso sucediese.

Ella arremetió con su pie, barriendo las piernas del guardia debajo de él para que golpease el piso con fuerza, luego agarró desesperadamente su arma mientras gritaba. Sus muñecas esposadas lo hacían todo mucho más difícil, y él estaba decidido a aguantar. Él agarró su cabello con su otra mano, tratando de alejarla. Clarke ignoró las lágrimas de dolor que brotaban de sus ojos y logró empujar su cabeza hacia adelante lo suficiente como para morder salvajemente su muñeca. Él gritó de dolor y soltó tanto su cabello como la pistola. Clarke se arrastró hacia atrás, alcanzando el arma con sus manos atadas, logró apretar el gatillo y golpearlo en la pierna con un dardo de sueño. El se derrumbó.

-¿Jase? Escuchamos un grito. ¿Está todo bien allí? Alguien llamó desde la cabina. Obviamente, no hubo respuesta. Clarke pudo escuchar una conversación urgente en el frente y luego alguien que abría la escotilla para mirar. Clarke le disparó tranquilamente en la frente con un dardo de sueño y se desplomó. La escotilla se cerró de nuevo pero se abrió una pulgada de rebote porque habían usado demasiada fuerza para cerrarla y el camión se desvío con fuerza y luego se detuvo.

Clarke pensó que volverían para comprobarlo, casi divertida por su estupidez. En su lugar, ella habría seguido y habría dejado la escotilla y las puertas cerradas, limitando la amenaza al único guardia inconsciente aquí. Ella miró el arma. Quedaba un dardo. Encontró las llaves de las esposas en el bolsillo de Jase y se las quitó.

Era increíblemente afortunada porque habían dejado la escotilla ligeramente abierta. Una de ellos no podría pasar, pero ella no era tan grande como ellos. Moviéndose rápidamente, ella logró que el guardia inconsciente se apoyase contra la puerta trasera para que cuando la abriesen, él cayera sobre ellos. Esperó varios segundos, escuchando el portazo de las puertas cuando salieron de la cabina, luego abrió la escotilla completamente, metió la pistola y disparó en dirección al asiento del conductor. Hubo un leve suspiro y ella se deslizó por la escotilla, cayendo hacia el otro lado con un golpe sordo pero doloroso.

Clarke se levantó y cerró la escotilla firmemente detrás de ella. Solo habían dejado al conductor allí, aparentemente considerándola lo suficientemente peligrosa como para necesitar a todos los demás en la parte de atrás. Y ahora él también se había desmayado, solo ella y dos cuerpos inconscientes en la cabina. Hubo un grito cuando abrieron la parte de atrás y su amigo, Jase, cayó sobre ellos, y Clarke usa esos pocos segundos para abrir la puerta del conductor, patear su cuerpo inconsciente y tomar su lugar. Ella cerró la puerta de golpe y luego miró los controles.

Ella nunca aprendió había aprendido a conducir. ¿Por qué nunca había aprendido a conducir? Ah, claro, porque no había autos en el espacio. Había un juego de simulación de conducción en el Arca, pero ella nunca lo jugó, ni una sola vez. Simplemente no parecía algo que alguna vez fuera a usar: ¿cómo podría haber sabido que habría autos en la tierra?

Aún así, lo ha visto en programas de televisión. Uno de los pedales era el acelerador y el otro el freno. Desafortunadamente, parecía haber tres pedales. Claro. Embrague. Ella no sabe nada del embrague.

Sin embargo, Clarke lo encendió, presiona un pedal con el pie izquierdo y otro con el derecho, y movió la palanca de cambios al azar hasta el número tres. Por lo menos, ella debería al menos ser capaz de destruir el camión en un ventisquero o algo así, y estaba bastante segura de que podía ir mucho más rápido que estos tipos a pie.

El camión se caló, todo se tambaleó de una manera entre cómica y aterradora, y luego uno de los guardias estaba en la ventana del lado del conductor, tratando de atravesarlo con un arma que definitivamente no era para dardos de sueño. Otro chico estaba haciendo lo mismo en el otro lado y comenzaba a escuchar a alguien en la parte de atrás tratando de abrir la escotilla nuevamente.

Clarke movió el cambio de marchas a uno que definitivamente reconocía, R para marcha atrás, y luego todo estaba volando hacia atrás, y hubo un ruido sordo: sospechaba que había atropellado a Jase. Como resultado, todo se inclinó terriblemente y ella quitó el pie de lo que creía que era el acelerador, pero fue demasiado tarde, había golpeado una roca o algo así peor…  cuando vio por el espejo se dio cuenta de que el camión había quedado en un camino con cuesta. Mierda. Podía ver las caras de pánico de los guardias mientras la perseguían. Ella pisó el pedal restante, esperando que fuese el freno, y todo el camión se estremeció mientras lo hacía, tratando de detenerse.

Pero el camión estaba en un ángulo alarmante por ahora y había nieve resbaladiza en el suelo, por lo que los frenos hacían que el vehículo girase un poco, y se deslizase hacia abajo, y luego el ángulo fue mucho peor. Se inclinó y todo cayó lentamente sobre un lado con un golpe sordo. Clarke fue arrojada a un lado, golpeándose contra la ventana. Su pie derecho se enganchó debajo de uno de los pedales y oyó un chasquido cuando se le rompió el tobillo. Sintió que la sangre comenzaba a fluir por el costado de su cara y de repente, se sintió intensamente mareada, pero aún así logró levantarse. Cuando ella puso su peso sobre el tobillo roto, una ola de dolor la inundó, tan intensa que casi vomitó.

No debería haber tratado de tomar el vehículo, pensó aturdida. Maldita cosa, tenía que estar maldecida. Se las arregló para subir a la otra puerta en el lado del pasajero usando sus manos y su pierna buena, y la abrió como una trampilla. Los guardias estaban a solo unos metros de distancia, por lo que se deslizó por el costado para que sus disparos. Eran todos dardos de sueño, aparentemente todavía la querían viva.

Saltó del camión y ahora estaba agachada. Había árboles cerca, se tambaleó hacia ellos lo más rápido que pudi, saltando más que cojeando e intentando no gemir por el dolor, manteniendo el vehículo entre ellos y ella mientras tropezaba por el pequeño bosque.

La nieve en el suelo era espesa, se dio cuenta. Definitivamente estaban en territorio Azgeda. Quizás lejos en territorio de Azgeda. Y eso no era todo: aquel era uno de los únicos grupos de árboles en el área, e incluso se veían esqueléticos y enfermizos. Todo lo demás era solo nieve y colinas, ningún lugar para correr. Se las arregló para subirse a uno de los árboles más grandes como si fuera otro ejercicio de entrenamiento para ella, Wells y Octavia, pensando frenéticamente en como hacerlo sin poner peso sobre su tobillo roto.

La encontrarían. Ese era el mejor escondite hasta donde podía ver a menos que quiera enterrarse en la nieve y morir de congelación, pero no había forma de que no la vieran. Buscarían primero en el camión, luego en el suelo por allí, pero eventualmente mirarían hacia arriba. Ella no podría contra todos ellos sin armas.

Lo que el Maunon había agregado en la parte trasera del camión, eso que tenía la intención de hacer que el camión no dejara un rastro en la nieve, parecía haber hecho bien su trabajo: ni siquiera podía decir de dónde habían venido exactamente. Quizás Lexa podría ver algo extraño en la nieve y seguirlo, pero Clarke no podía. Incluso mientras observaba que el viento levantaba la nieve y la movía, haciéndole darse cuenta de que después de una hora más o menos, ni siquiera los rastreadores Azgeda podrían seguir con éxito el camión. Y no podía simplemente caminar hacia el sur, no en invierno, no sin ropa abrigada.

Ella trata de mirarlo lógicamente. Tenían que llevarla con Nia. Esa era la única explicación que tenía sentido, la única forma en que podrían tener armas Mount Weather. Entonces, ¿cuál era su valor para Nia?

Su importancia era la información que tenía, el poder que tenía como Mountain Slayer y su relación con Lexa. Desafortunadamente, dos de esas cosas eran buenas razones para que Nia la matase, y una era un incentivo para torturarla primero por si acaso. Ese no era el valor que ella quería tener.

¿Qué la hacía valiosa estando viva? Nia debía saber que Lexa no cambiaría nada que pudiese usar por Clarke. Si Lexa intentara intercambiar un perdón o algo por Clarke, su propia gente se levantaría contra ella, no le permitirían intercambiar perdón, ni siquiera por la seguridad de su segundo comandante recién nombrado. No había nada que la gente de Lexa le permitiese darle a Nia que pudiera querer, y ella debía saber eso. Entonces, la relación de Clarke con Lexa era un inconveniente en ese momento.

¿Qué la hacía valiosa además de Lexa? Ella era valiosa porque Arkadia la escuchaba. Ella era valiosa porque había sido nombrada segunda al mando de la alianza, lo que también le daba poder sobre los Grounders. Ella era valiosa porque se le había ocurrido la estrategia que había derribado la montaña. Era una buena luchadora, una excelente consejera, y sabía mucho sobre los Skaikru, los Trikru, los Maunon y sobre la misma Lexa.

Ella era valiosa para Nia torturada por información y asesinada por poder. Pero era aún más valiosa si Nia pudiera poner a Clarke de su lado. Si incluso el segundo al mando de Heda afirmase que la acusación de traición era una trampa ... si estuviese dispuesta a ayudar a Nia a liderar sus ejércitos, a convencer al resto de los Skaikru para que los ayudaran, a luchar en el lado de Nia ... entonces Nia habría tenido una excelente razón para mantenerla viva.

Entonces, todo lo que necesitaba hacer era convencer a Nia de que era una posibilidad, que podría considerar trabajar con ella de buena gana. No necesitaba darle a la mujer nada demasiado útil: todo lo que necesitaba hacer es dar suficiente para que la Reina de Hielo pensase que Clarke era flexible.

Era demasiado tarde para fingir que era estúpida o débil, había viajado por las tierras de Azgeda y acababa de derribar a tres personas con tres dardos para dormir, pero no era demasiado tarde para fingir que era arrogante, ambiciosa y astuta. Que su alianza con Lexa era un medio para un fin, que no eran amigas ni amantes, sino dos líderes que se usaban a sangre fría para avanzar con su propia gente. Todo lo que necesitaba hacer era mantenerse con vida por un tiempo: Lexa la encontraría, haría lo que fuese necesario. Clarke lo sabía.

Era posible que no pudiese intercambiar cosas por ella, pero Lexa no la dejaría allí. Y también tenía algunos trucos bajo la manga. Todo lo que necesitaba hacer era ganar tiempo.

Las manos la ayudaron a bajar suavemente del árbol. Clarke aterrizó en parte en su tobillo roto y sofocó un grito cuando la agonía subió por su pierna, desvaneciéndose en un dolor sordo y palpitante después de unos momentos. Aún así, estaba agradecida de que no le habían disparado, incluso con un dardo para dormir, ya estaba lo suficientemente herida.

Los guardias se veían lo suficientemente enojados como para golpearla, rodeándola. Entonces ella los sorprendió antes de que pudiesen hacerlo, enderezando su postura con desdén arrogante. Ella cojeó dos pasos dolorosos hacia el más cercano y le dio una bofetada sonora. -¡Cómo te atreves!- Clarke dijo ferozmente. -Le dije al Comandante que volvería en tres días, y lo dije en serio. ¡Dígale que no puede enviar algunos matones con armamento de Mount Weather para recuperarme cada vez que paso tiempo con mi familia!

El guardia la miró boquiabierto, luego volvió a poner su ceño fruncido y dijo: -No somos de tu preciosa comandante ...

Clarke inhaló bruscamente, abriendo mucho los ojos, y da un paso adelante para abrir el abrigo del hombre más cercano y revelar el uniforme debajo. El hombre se puso rígido pero no la detuvo. -Espera, espera, tenéis uniformes de guardia, sois parte de la gente de Diana. ¡Sabía que no nos habíais abandonado! ¡Sabía que enviaría gente para ayudarnos!

-¿Ayudarte?- otro guardia dijo, totalmente perdido. Su arma de dardos dormidos vaciló en su agarre y dejó que apuntase hacia el suelo.

-Contra el Comandante-, dijo Clarke, sonando deliberadamente confundida también.

-¿De qué estás hablando ?- uno de ellos gruñó, empujando su pistola de dardos de sueño en su cara.

-Nos obligó a entrar en este pequeño territorio, esclavizándonos para crear caminos y tecnología para su gente, pagando por la nariz por el 'privilegio' de vivir allí, y no podemos hacer nada al respecto porque ella tiene un ejército que nos rodea y muchos de rehenes -, Clarke mintió, sin estar segura de lo que estaba diciendo, pero muy segura de que les estaba confundiendo sobre su lealtad. -Hice un trato y ahora no podemos romperlo…

-¡Suficiente!-, la interrumpió uno de los otros guardias. Parecía el mayor. -Duérmela. Podemos averiguar de qué demonios está hablando más tarde. Necesitamos ponernos en marcha y el camión no se va a arreglar solo.

Por tercera vez en su vida, Clarke Griffin se derrumbó por un dardo de sueño Maunon.

Lightning Only Strikes Once (Traducida Con Permiso De La Autora) - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora