Lightning Only Strikes Once (Traducida Con Permiso De La Autora) - Completa

76. La vida después de la muerte.

-Está bien-, dijo Raven, luciendo tensa. -Anya dice que está resuelto, ha hablado con Roan y él hará lo que le pedimos, lo aceptará cuando Indra anuncie que es culpable y escapará, aunque todavía no tengo idea de por qué confía en él... Este plan probablemente lo matará. Ya sabes. Junto con el resto de nosotros.

-Confío en él del otro mundo-, dijo Lexa con calma. -Creo que él desea que su madre se haya ido más de lo que él desea que ella esté a cargo. Le he prometido un trono. Puede que no sepa dónde está ella, pero si viaja solo al norte, Nia lo encontrará rápidamente. Y si él le cuenta la mentira, ella lo abrazará, pero si él le dice la verdad, ella lo matará. No creo que él elija ser honesto antes que estar vivo -. Miró de reojo a Raven. -Y no era necesario ser voluntario para participar en esto.

-Lo sé.- Raven suspiró de forma muy mártir. -Pero aparentemente me he vuelto adicta a estos viajes por carretera. Además, si estoy allí, podría diluir algo de la estupidez. De todos modos, he configurado el dispositivo. Estamos listos para irnos.

-Excelente-, dijo Lexa. Se enderezó la parte superior. Se veía claramente voluminosa para ella, el plástico y el metal contra su piel se sentían incómodos debajo de la tela, pero esperaba que nadie más se diese cuenta.

-"Excelente", dice...-, gruñó Raven, cayendo a su lado. -Permítanme decirles, entre ustedes dos, sí, tú y Clarke, han quitado veinte años de mi vida con sus planes locos. A este ritmo, mis últimas palabras serán –"¿Es realmente una buena idea?"¿Por qué tengo que ser cauteloso? Solo quiero hacer estallar las cosas. ¿Te parece cauteloso? "Excelente". Por supuesto. Los odio a todos.

Lexa escondió una sonrisa. -Te preocupas demasiado, Raven kom Skaikru.

-"Me preocupo", ¿me preocupo demasiado? Estás inyectando una sustancia desconocida en tu ya espeluznante sangre negra alienígena -, dijo Raven. -Claro, tal vez te conviertas en el Capitán América. O tal vez mueras...

-Ese es el plan-, señaló Lexa con calma.

Se paró frente a su gente, se habían reunido para su discurso y se colocó cuidadosamente frente a ellos. Abby estaba en la primera fila, con los ojos ansiosos pero esperanzados. Las personas de Indra y Anya estaban salpicadas en todas partes, las más confiables hacia el frente, el resto alrededor de los bordes y en la parte posterior. -¡Gente de Polis!- gritó. -Estoy aquí hoy porque sé que han corrido rumores sobre Azgeda. No están atacando. No son una amenaza. Son...

Casi oyó el ruido de la flecha que voló por el aire, enterrándose exactamente sobre su corazón. El trabajo de Raven había sido bueno, Lexa observó en un pequeño rincón de su mente mientras caía hacia atrás: su dispositivo golpeó exactamente donde dijo que lo haría, y el ruido del golpe contra el metal que Lexa usaba debajo del plástico y la tela fue cubierto por su grito.

Como era la intención. La bolsa médica que Abby había colocado debajo de la parte superior estalló en un chorro de sangre negra, empapándola de inmediato, sangre oscura recogida de su Natblida y de ella. Una cantidad letal de pérdida de sangre, si no hubiera provenido de tantos.

Lexa se preguntaba si su grito no había sido lo suficientemente convincente. Sin embargo, cualquier ruido adicional de dolor sería ahogado por la reacción de la multitud. Una de sus personas estaba encima de ella, a punto de intentar presionar la herida, pero Abby le gritó: -¡Vuelve, soy médico, fisa! ¡Yo manejaré esto! ¡Encuentra a quien le disparó! Abby se inclinó sobre ella y la inyectó un líquido en el cuello, le temblaban las manos. -Está bien, Lexa, solo respira-, le dijo Abby.

Lexa consideró señalar que el plan implicaba que no respirase. Sin embargo, de repente fue incapaz de hablar o moverse, la sustancia extraña, la paralizó, se movía a través de su sangre. Comenzó a jadear y luego todo estaba oscuro, aunque todavía podía escuchar los gritos de la multitud en pánico durante varios segundos hasta que se desvaneció en un rugido sordo y luego nada en absoluto.